Mi historia
"¿Quien mandó esos pájaros alados,
que llegaron de repente por encima a los tejados,
anunciando la existencia de otros mundos lejanos...? "
Canción "El viento"
Elsa Bohr
¿Por qué emigré?
Te cuento mi historia
Hay personas que sueñan con abrir las alas y emprender el vuelo, otras con quedarse y disfrutar del nido. Yo, me identifico o mejor dicho me identificaba más con las segundas. Fui una niña muy apegada a mis padres, poco aventurera y bastante sedentaria, porque desde muy pequeña encontré en los libros la forma de vivir mil vidas y conocer mil mundos.
Nací y crecí en Veracruz, México; rodeada de toda mi familia. Ahí mismo también fui a la universidad, en donde estudié psicología. Y hasta aquí nada novedoso, ¿no? Así era mi vida, bastante tranquila podría decirse, hasta que un día, un mes de febrero… el destino hizo de las suyas y a tan sólo un año de terminar mis estudios, conocí a un estudiante español de intercambio. La psicología y el magisterio tienen un punto de unión, se llama psicopedagogía… y esa asignatura fue la que hizo que él y yo compartiéramos aula.
El resto de la historia ya la podrán imaginar… Con el tiempo ese encuentro trajo consigo una amistad a distancia, viajes intercontinentales, llamadas internacionales, una larga correspondencia (cartas a mano que cruzaban el océano desde ambos lados), un doctorado entre medias que le permitió a él establecerse en Veracruz y así, sin la distancia de por medio todo fue tomando forma para años más tarde terminar en una boda.
He dicho ¿“terminar”?
No, no, corrijo! De terminar nada porque después de darle algunas vueltas a nuestro proyecto de vida en común, tomamos la decisión de que lo mejor para ambos era dejar México. Con tristeza claro, pero también con ilusión y con el entusiasmo propio de quienes empiezan un camino juntos.
Ahí comenzó la verdadera aventura. Esa aventura que me transformó de una forma que jamás imaginé. Sí, esa aventura llamada MIGRACIÓN. Así fue como metí mi vida en una maleta y con 27 años, un mes de septiembre llegué a España.
Sorpresas que da la vida, ahora ya han pasado 14 años. Lo digo en voz alta y sigo sin creerlo!
En el camino ha habido de todo, sonrisas y lágrimas, subidas y bajadas. Muchas manos diciendo adiós una y otra vez. Miles de kilómetros. Innumerables trayectos de ida y vuelta. Esperas, trámites, logros, retos, encuentros, desencuentros, frustraciones, ilusiones, muerte, vida…
Hoy mi corazón se ha hecho grande para acoger el doble de personas, lugares, sabores, paisajes, palabras, costumbres… hoy celebro el amor, la decisión que tomé hace años, abrazo fuertemente a la persona que fui y le sonrío orgullosa a la que soy ahora.

¿Fue fácil? No, la verdad que no.
El camino del migrante es complejo, retador, te descoloca en muchos sentidos pero también te transforma de una manera tal que es imposible no reconocer todo el aprendizaje que se puede ir descubriendo en cada paso dado.
Subir la cima es desafiante pero disfrutar de las vistas, ¡no se compara con nada!